Investigadores de las universidades de Carolina del Norte, en EEUU, liderados por la doctora Helen Huang han desarrollado un procedimiento que permite con ayuda de la inteligencia artificial acelerar la adaptación entre el cerebro humano y una prótesis robótica en tan solo 10 minutos, cuando por el método tradicional usado en la medicina esto puede tardar varias semanas, así lo revelan las primeras pruebas con una pierna robótica que funciona con diferentes sensores y un software que analiza y aprende parámetros específicos para que la persona con la prótesis se pueda mover de manera independiente de una forma más rápida.
Este dispositivo cuenta con un sistema de Inteligencia Artificial que logró establecer un patrón que definen la relación entre fuerza y movimiento, así como la rigidez que el miembro debe tener o bien el rango de movimiento cuando se mueve hacia delante y atrás con base en 12 parámetros o movimientos que debe tener una rodilla.
Gracias a la tecnología de Inteligencia Artificial el proceso de adaptación es más rápido y en tan solo 10 minutos en teoría la persona que usa el miembro robótico por primera vez puede realizar acciones sencillas como levantarse y caminar algunos pasos ya que un algoritmo aprende y reconoce patrones en los datos recogidos por los sensores de la rodilla con base en ejercicios de prueba y error hasta conseguir que la prótesis pueda realizar movimientos estables y constantes para que la persona que la usa pueda caminar casi de manera normal.
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