Joel Romero Hernández recibió hace unas semanas el segundo premio de la NASA en Ingeniería Mecánica durante la Feria Internacional de Ciencia y Tecnología de Intel, una de las más importantes del mundo para estudiantes no universitarios. Este joven catalán desarrolló un prototipo robótico manipulado por control remoto para llegar a Marte con solo unos pocos metros de hilo de pescar, unos sensores de 3 euros y un guante.

Joel llegó hace unos meses al instituto de Vilanova i la Geltrú donde estudia con una mano biónica. La diseñó con unos amigos y le sirvió de inspiración para lo que estaba por venir. El verano pasado se hizo con una beca para el programa “Joves i Ciencia” de la Fundación Catalunya-La Pedrera, donde le ofrecían estancias en el extranjero si desarrollaba un artículo científico. La película “Avatar” acabó de configurar su idea. Cuando vio el film pensó en aplicar esta tecnología para poner cuerpos robóticos en Marte y controlarlos por láser como hace la Estación Espacial Internacional. Así los astronautas podrían hacer cosas sin estar en la superficie de Marte. En su cabeza, este joven de 16 años pensó: «si desde la Tierra tardas 20 minutos para controlar un robot porque la distancia entre la Tierra y Marte tiene un retardo de 20 minutos, la clave es poner una nave espacial en órbita para que la señal tarde menos de un segundo en llegar. Así, moviendo el robot desde la nave, éste se moverá en la superficie”. Con la teoría zanjada, montó el prototipo, circuitos básicos, sensores, una impresora 3D, imprimir las piezas y montar el robot. Tal fue el éxito que no solo fue seleccionado para irse al MIT este verano, sino que fue elegido para participar en la feria estatal «Exporecerca Jove», donde ganó varios premios.

Joel sigue empeñado en cuadrar los cálculos para lograr que el robot extraiga agua de Marte que permita convertirse en energía y retroalimentarse sin necesidad de pesadas baterías.

 

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